Actividad práctica
Cómo blindar todo lo que poseen
Los tres consejos del día de hoy solo los ayudarán si los llevan a la práctica.
Les pedimos que analicen sus vidas y motivaciones más íntimas ante la presencia del Señor.
Las siguientes preguntas los guiarán en el autoexamen y en las decisiones a tomar:
¿Están consagrados al Señor?
SI
NO
MUY POCO
BASTANTE
TOTALMENTE
¿Sus pensamientos, actitudes y acciones demuestran esa consagración?
SI
NO
MUY POCO
BASTANTE
TOTALMENTE
¿Aman lo visible (las apariencias, los comentarios positivos de la gente, la aceptación de los hermanos de la congregación) más que el ministerio privado de oración con devoción y fervor?
SI
NO
MUY POCO
BASTANTE
TOTALMENTE
¿Disfrutan de los encuentros con el Señor, mientras le ministran con adoración, plegarias y ayunos?
SI
NO
MUY POCO
BASTANTE
TOTALMENTE
¿Cuánto del tiempo diario dedican al Señor?
NADA
ALGUNOS MINUTOS
MEDIA HORA
MENOS DE LO QUE DIOS ME PIDE
¿Están creciendo en las disciplinas espirituales?
SI
NO
MUY POCO
BASTANTE
MUCHO
¿Han menospreciado los caminos cristianos o en estos últimos tiempos han sentido la tentación de abandonar todo por alguna propuesta de este mundo?
SI
NO
¿Han considerado el futuro según cuán lucrativa sea una oportunidad o cuánta aceptación social les depare, sin tener en cuenta lo que diga el Espíritu Santo?
SI
NO
¿Reconocen rebeldía en algún aspecto de sus vidas?
SI
NO
¿Guardan la santidad? ¿Se motivan mutuamente para crecer en ella?
SI
NO
¿Guardan la santidad? No es una mera reiteración, sino un llamado a mirar en profundidad.
SI
NO
¿Existe algún pecado del que deban arrepentirse?
SI
NO
¿Han contestado con la verdad a todas las preguntas anteriores? Solemos engañarnos pensando que las cosas malas que hemos hecho no son tan graves o que más adelante habrá tiempo para resarcir los errores actuales. Ojo con pensar livianamente acerca del pecado. Sus consecuencias son letales y eternas. Por ello preguntamos: ¿Han sido veraces con sus respuestas?
SI
NO
NOTA IMPORTANTE
Les sugerimos descargar las lecturas recomendadas. Representan una herramienta poderosa de motivación a la búsqueda de Dios y la manifestación del Espíritu Santo.
Lean con fe, ¡Dios hará la obra!