El amor que perdura
¡El amor puede morir! ¿No lo cree? Mezquine expresiones cariñosas hacia su cónyuge; boicotee permanentemente un encuentro íntimo; pase más tiempo con sus amigos que con su familia; resalte actitudes negativas en su pareja cada vez que pueda; traicione la confianza; evada sus responsabilidades; rompa las promesas. Comprobará usted mismo que el amor puede morir.
Pierre y Maire Habert, dos sexólogos franceses, en su libro Secretos del Placer, dan muestras de que existe el amor para siempre y comentan: “Conocemos parejas que después de treinta o más años de matrimonio son felices de vivir juntos, felices de prodigarse ternura el uno para el otro. De esas parejas emana un aura de felicidad tranquila, hecha de hábitos y de placeres comunes…”.
Si, para otras parejas, el amor es una realidad cotidiana, ¿por qué no aspirar a lo mismo?
Para que un matrimonio funcione, debe edificarse sobre la base del amor. Amor erótico, filial y ágape.
El amor erótico es el que se expresa a través de la sexualidad y la sensualidad. El amor romántico expresado a través del contacto físico es indispensable para la salud de la pareja. ¿Le atrae su cónyuge? ¿Por qué sí y por qué no? Si bien es cierto que los años atentan contra la belleza física, no debería ser por sí solo un motivo para dejar de amar sensualmente. En cambio, el abandono o descuido intencional del aspecto físico sí lo es. ¿Tiene hábitos dañinos para su salud? ¿Ingiere alimentos o sustancias tóxicas? O por el contrario, ¿mantiene su aspecto físico lo más agradable posible? ¿Hace ejercicios? ¿Duerme bien?
El amor filial hace referencia a la amistad. La relación matrimonial debe ser una relación de amigos. Cantar de los Cantares 2:2 presenta el vínculo marital como un encuentro de amigos y amantes al mismo tiempo.
Una de las aventuras más ricas en nuestro matrimonio son los momentos de compañerismo. Solemos agendar un tiempo en la semana en que compartimos cosas profundas como deseos, anhelos, sueños; pero, también, temores y frustraciones. Nada pudo haber mejorado tanto la calidad de nuestra relación como el cultivar la amistad mutua. ¡Pruébelo! Separe algunos minutos para simplemente hablar con su cónyuge; nada formal, sin interrupciones.
El amor ágape es el de la persona que ama pese a no ser correspondido. Es el amor que da y continúa dando aun cuando el otro se vuelve imposible de amar; es amar “a pesar de”. Wes Roberts dice: “El amor ágape no es algo que simplemente sucede; es algo que usted hace que suceda”. Ame porque decide hacerlo. Ésa es la clase de amor que Jesús mostró por su iglesia: amor incondicional, sacrificado y eterno. El amor ágape es bondadoso, comprensivo, perdonador, atento y sensible a las necesidades de los demás.
¿Ama usted así a su cónyuge? Esta clase de amor requiere esfuerzo y demanda tiempo.
El amor matrimonial requiere de la habilidad para ponerse uno mismo en el lugar de su compañero, la disposición de empatizar con el dolor del otro y comunicarse en el nivel más profundo. También es importante relegar un deseo propio en beneficio del otro; compartir la carga por la responsabilidad en la provisión del hogar y reconocer a diario el mérito de una simple mirada, una sonrisa pícara, una buena comida, un toque físico o simplemente el susurro al oído de un “te quiero”.
Recuerde que el secreto de un buen matrimonio es como el arete, está en los pequeños detalles.
He aquí algunos consejos para cultivar el amor:
- Compartan actividades cuya finalidad sea disfrutar de la compañía; puede ser desde pagar un impuesto hasta un paseo juntos.
- Programen veladas románticas de manera periódica.
- Apelen a la originalidad para expresar el amor erótico. La rutina sexual es enemiga de un buen matrimonio.
- Mejore su aspecto físico. Córtese el cabello, péinese de una manera diferente. Baje esos kilos que le molestan. Inscríbase en un gimnasio. Salga a caminar.
- Ayude a su pareja en lo que tenga que hacer. Muestre que está disponible en cuerpo y alma.
DESAFÍO MATRIMONIAL
- ¿Qué podría hacer para mejorar cada uno de estos tres tipos de amor? Mencione una meta por alcanzar.
- ¿Cómo puede mejorar la amistad con su pareja? ¿Qué pasos debería dar para que se comuniquen, como pareja, en un plano más profundo?
- ¿Se alegra por el éxito de su cónyuge? Exprese de manera sincera la alegría que le produce ver el progreso en cualquier área de su vida.
- Sorprenda a su pareja sacrificando algo importante para estar con ella o para ayudarla en algún trabajo que tenga que realizar. Si dispuso salir a trotar y ve que su esposa tiene que cocinar, ayudarla sin que ella lo haya pedido es muestra de un amor ágape.
Glenn Egli y Jennifer Carrell sugieren lo siguiente: “Haga que el cumpleaños de su pareja sea memorable. Tenga en cuenta sus deseos: ¿una gran fiesta?, ¿unos pocos amigos?, ¿o solo usted y ella? Planee una celebración creativa. Sorpréndala en la casa de un amigo, donde todos han contribuido para comprarle algo realmente especial. O deje que su cónyuge elija una aventura para todo el día, ¡solo para ustedes dos!”.
El contenido de la presente lectura corresponde al capítulo 28: El amor que perdura, del libro Matrimonio con futuro. Si quisiera más recursos puedes visitar la página web