Dios en todo, siempre
¿En verdad Dios quiso matar a Moisés?
“En el camino a Egipto, Moisés y su familia se detuvieron en un lugar para pasar la noche. Allí Dios estuvo a punto de quitarle la vida a Moisés, pero Séfora tomó un cuchillo y circuncidó a su hijo…. Cuando Dios vio lo que había hecho Séfora, dejó con vida a Moisés”, Éxodo 4:24-26 (TLA). Moisés, con el propósito de cumplir la misión, tomó a su familia y emprendió el viaje.
En el camino Dios quiso matarlo porque no circuncidó a su hijo. Aparentemente Moisés y su esposa tuvieron un desacuerdo. No olvidemos que Séfora era madianita, un pueblo surgido de uno de los hijos que Abraham tuvo con Cetura, la esposa después que Sara murió, Génesis 25:2. Es posible que la familia de Séfora creyera en el mismo Dios que Abraham, pero la visión que tenían de la circuncisión fuera diferente. Algunos comentaristas dicen que no la practicaban o que lo hacían solo de adultos; en cambio, Moisés sabía que los varones debían ser circuncidados al octavo día del nacimiento.
¿Cuál fue el precio para evitar los problemas?
Moisés evitó problemas matrimoniales, pero tuvo problemas con Dios. Sucede lo mismo hoy en día. Para evitar problemas en la familia se toleran comportamientos que deshonran al Señor.
El plan de Dios es que ambos padres estén de acuerdo en cuanto a cómo criar a sus hijos, pero cuando eso no sucede ambos son igualmente responsables ante Dios por el bienestar espiritual de la familia.
¿Cuál es tu responsabilidad ante Dios?
Es responsabilidad de los padres fomentar en el hogar una atmósfera de respeto a Dios. Una mamá no puede excusarse con que su esposo ‘no le brinda su ayuda’ en la educación espiritual. Un padre no será menos responsable delante de Dios porque su esposa no quiera ir a la iglesia.
Es trabajo de ambos, o de uno de los padres si es que el otro no quiere hacerlo, el establecer pautas claras de respeto y honra a Dios en la familia. El no tomar esta iniciativa por temor a que el cónyuge se moleste atraerá el descontento de Dios hacia quien debía hacerlo. Mira a Moisés y recuerda el peligro que corres.
Por facilismo, muchas veces las esposas toleran el maltrato verbal o físico de sus esposos, o permiten modales y comportamientos en sus hijos que resultan ofensivos al Espíritu Santo. .
¿Qué cosas suelen hacerse para evitar problemas con el cónyuge?
Por ejemplo, algunos cónyuges creyentes no llevan a sus hijos a la iglesia, se niegan que se bauticen o impiden que participen de un campamento o evento cristiano para que el otro cónyuge (incrédulo) no se enoje. Quizás evitaron un problema presente, pero a costa de graves problemas futuros, tanto en el plano físico como en la dimensión espiritual.
Otros padres toleran que sus hijos regresen a cualquier hora, pero no soportan que estén en la iglesia. Finalmente, existen padres que les dan dinero a sus hijos para golosinas o videojuegos, pero no quieren que ofrenden a Dios. En vez de enseñarles generosidad y gratitud, estimulan la avaricia y el egoísmo. Ignoran que ellos mismos cosecharán lo que sembraron. Si un niño no aprende a honrar a Dios (el Padre Celestial) pronto deshonrará a sus padres terrenales.
Dios quiere hacerse cargo de tu familia, pero necesita que le prepares una atmósfera de honra y respeto para que Él se manifieste.