Quebrando el yugo de la pornografía
La pornografía Hoy abordaremos las consecuencias del consumo de pornografía. ¿Por qué este tema? Porque representa un motivo de consejería sumamente común, ya sea en uno o en ambos cónyuges, así como en la vida de alguno o todos sus hijos. Y si vamos a hablar de pureza y santidad, deben abarcarse todas las áreas. Las encuestas más fiables muestran resultados escalofriantes respecto de la asiduidad en el consumo, pero no por ser habitual minimizaremos las devastadoras consecuencias que provoca. Consideraciones generales Recordemos que la pornografía otorga placer rápido, a bajo costo, en la comodidad de la propia casa y, si el sujeto en cuestión cree que puede mantenerlo bajo control, no querrá abandonarlo porque a los ojos netamente carnales no ocasiona perjuicios. Ahora bien, en el ámbito espiritual es un pecado porque pervierte el regalo de la pureza sexual. Atenta contra la mente que es templo del Espíritu Santo. Bloquea los sentidos espirituales. Insensibiliza el alma y conduce a otros pecados. De ahí que no puede existir aceptación de la pornografía bajo ningún aspecto. Solo los que decidan definitivamente dejar atrás la pornografía y todo lo que se ha despertado con el consumo serán los que experimentarán la victoria. Solo un corte radical con el pecado, y de raíz, hará posible que se manifieste la nueva vida de Cristo. Antes de comenzar a trabajar esta área respondan con sinceridad y de manera personal:
- ¿Qué edad tenías cuando consumiste pornografía por primera vez?
- ¿Cuánto tiempo crees que has consumido? (Medido en años).
- ¿Qué tipo de pornografía consumiste o ‘viste’ en estos últimos años? (Muchas veces cuesta decir la verdad. Se dice una ‘parte de la verdad’, pero eso no es saludable). Para ejemplificar: “hombre – mujer, varios hombres con mujeres, solo hombres, solo mujeres, travestis, niñas o niños, personas deformes, obesas, animales, juguetes, violencia, ritos paganos, tortura, muerte, asfixia o algún otro tipo que no he mencionado”.
- ¿Cuánto tiempo dedicas al consumo de pornografía por día? (Sin mentir y medido como período de 24 hs, lo cual obviamente incluye la noche).
- ¿Qué momento del día es el más habitual?
- ¿Hoy consumiste? ¿Ayer? ¿En esta última semana? (Sin mentir).
- ¿Cuáles son los medios por los que consumes? ¿Teléfono, notebook, televisión, revistas, dibujos, internet profunda, accesos pagos y restringidos?
- ¿Has cometido hechos vergonzosos? ¿Puedes mencionarlos?
- ¿Has cometido delitos en relación al consumo de pornografía?
Rutinas diarias que ayudarán en el proceso de cambio
- Es necesario disciplinarse en la oración y lectura de la Palabra, con asignación de una hora de reloj para esto. Deberá ser temprano a la mañana. Si la persona trabaja de noche deberá tomar el primer tiempo luego del descanso más largo. Todo lo que Dios le hable deberá registrarlo en un cuaderno de oración (sabemos que suele ser resistido por algunos y ‘dibujado’ por otros, pero es una herramienta que permitirá mostrar a la persona sus avances o exponer su propia hipocresía). Es importante entender que ‘el hombre que peca deja de orar; mientras que el hombre que ora deja de pecar’, Leonard Ravenhill. Se insistirá respecto de esto hasta el cansancio y no se aceptarán excusas o atajos porque la libertad será el resultado de la búsqueda de Dios y no de la implementación de estrategias humanas.
- Se utilizará como herramienta de trabajo el libro Mi primera cita, el cual pueden descargar gratuitamente de la página de nuestra iglesia iglesiadelaciudad.com.ar Se recomienda la lectura de dos capítulos por semana, independientemente del tema que estpén trabajando como matrimonio. El consumo de pornografía no es algo que se resuelve por el simple hecho de decirlo. Si no va acompañado de una transformación radical en el hombre interior, y la mente comienza a ser asiento de las verdades eternas, la maldición permanecerá como ciclos de consumo pero cada vez más profundos provocando un endurecimiento creciente del corazón. Esto quiere decir que habrá un espacio de tiempo libre de consumo (días, semanas, meses e incluso años) para volver con mayor intensidad y el guetos más aberrantes.
- Se recomienda la lectura y realización de todas las actividades sugeridas en el libro GPS Sexual, camino a la santidad, disponible en nuestro sitio web, del cual extraemos el siguiente párrafo:
Espiral descendente al abismo Cuanto más tiempo la persona permanece en la adicción más obsesiva y compulsiva se vuelve; su libertad está cada vez más menoscabada, su voluntad es cada día más débil. Según Patrick Carnes la evolución de la adicción pasa por varias fases. Anota en tu cuaderno personal las respuestas correspondientes a las preguntas planteadas en cada enunciado:
- La adicción comienza por diversas vías (el empleo del celular para mirar pornografía, la computadora con suscripciones a canales específicos, etc.). El sexo va adquiriendo mayor trascendencia hasta convertirse en una especie de droga que permite abstraerse de los conflictos, las ansiedades del momento, el tedio y aburrimiento por lo cotidiano o la imposibilidad de concretar las metas que se anhelan. Es una válvula de escape para evadir los problemas, no enfrentar la realidad y escapar de las tristezas. ¿Te sientes identificado?
- Conforme pasa el tiempo el consumo de pornografía forma parte del día a día, con un ritual más o menos determinado (generalmente a la misma hora, en el mismo lugar, etc.). Una vez establecido este comportamiento que resulta adictivo, según Patrick Carnes, puede tomar dos rumbos posibles. O bien comienza a aumentar (se hace más intenso, más frecuente, más riesgoso), o bien podría disminuir según los días, las semanas o los meses a pesar de que la adicción siga plenamente implantada y en crecimiento. ¿En qué etapa te encuentras actualmente?
- Después de un tiempo variable se pasa a la fase aguda, en la cual la persona se aísla. Sus valores ya no tienen mucha importancia y tienden a sexualizarse todos los vínculos. Los pensamientos sexuales lo invaden todo, lo controlan todo. En este estadio la obsesión se vuelve casi constante y los rituales se hacen más rígidos. La adicción no se detiene si no es por algún incidente externo: una enfermedad, la cárcel, el ser descubierto, etc. El sistema de ‘negación’ del adicto se instala de modo profundo: niega tener un problema, niega haber hecho lo que otros le han visto hacer. Generalmente, en este estado, la conducta sexual tiene lugar en ciclos más o menos regulares en el tiempo. ¿Sientes que describe tu situación?
- Cuando se llega a la fase crónica, la adicción se vuelve irreversible y no responde a ningún tratamiento. ¿Y todavía tomas en poco el problema que tienes con la pornografía?
- Se recomendará, además de la oración y lectura de la Biblia, media jornada de ayuno (para quienes nunca hayan ayunado). Y una jornada completa (para los que tengan experiencia en el empleo de esta arma espiritual). Estos ayunos deben instaurarse una o dos veces por semana, durante los dos primeros meses y según la capacidad y salud de cada persona. Luego de los dos meses iniciales se prolongará a una jornada completa de ayuno para los que hacían medio día. Puede hacerse una dieta líquida (con caldos, jugos, zumos de frutas, verduras o licuados) en caso de salud endeble o poca fortaleza frente a las obligaciones laborales, dedicando el tiempo de la comida a buscar la presencia del Señor.
- Se enfatizará que todas las actividades, lecturas y oraciones tienen como finalidad el descubrir a Dios y no el aprendizaje intelectual, es decir que nos acercaremos con la actitud de obedecer al Señor, vivir para agradarlo y hacer los ajustes a fin de que nuestra vida concuerde con sus mandamientos. Solo una experiencia genuina con el Señor producirá una renovación verdadera y duradera.
Motivos por los que deberías dejar el pecado
- Tu futuro. Hacer lo que hace la mayoría (consumir pornografía como si fuera un pasatiempo) solo te conducirá más rápidamente a la tibieza espiritual, a la complacencia, a la mezcla; lo cual provoca náuseas en el Señor Jesús y Él mismo asegura que te vomitará de su boca. Apocalipsis 3:15-16 dice: “Yo sé todo lo que haces, que no eres ni frío ni caliente. ¡Cómo quisiera que fueras lo uno o lo otro! Pero, ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca!”. No dejes que el pecado contriste tanto al Espíritu Santo que se termine apagando en tu vida. No permitas que el enfriamiento mate tu fe. Tal vez no lo veas, pero en el mundo espiritual estás muy mal y vas a estar peor, a menos que te vuelvas al Señor de todo corazón. No tengas parte con el diablo ni te transformes en uno de los suyos. Efesios 5:3-8 dice: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos… Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”.
- Tu destino eterno. Solemos pensar que porque Dios es amor debe ‘soportar’ el pecado de los suyos, al final de cuentas ‘son débiles y no pueden resistirse’. Cada vez que pecas deliberadamente y a sabiendas tomas el sacrificio de Jesús en vano y pisoteas la sangre de Jesús. ¡Cuándo entenderás que las cosas son serias! ¡De todo cuánto hagas darás cuenta en el tribunal de Cristo! ¿Cuántos años te faltan para eso? Quizás uno, diez, treinta o más, pero de cada día y de cada hora desperdiciada en la pornografía, que es adoración idolátrica, darás cuenta. ¡Dios será tu juez! Hebreos 10:26-29 dice: “Si decidimos seguir pecando después de conocer la verdad, entonces no queda otro sacrificio que quite los pecados. Si decidimos seguir pecando, solo nos queda esperar el juicio terrible, un fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios. Si alguien desobedece la ley de Moisés, es ejecutado sin compasión cuando hay dos o tres testigos que declaran contra él. ¿Qué creen que le pasará al que desprecia al Hijo de Dios? Es seguro que recibirá mayor castigo por considerar la sangre de Cristo una porquería. Esa sangre que estableció el nuevo pacto lo había purificado de sus pecados. Por eso recibirá un castigo peor por insultar al Espíritu que nos muestra el generoso amor de Dios”, (PDT).
- Tu familia y tus hijos: Muchos padres se engañan a sí mismos diciendo que todo lo que hacen (esfuerzo en el trabajo y muchos sacrificios) es por amor a los hijos. Si esto fuera así, ¿por qué, entonces, sujetan su propia sexualidad al diablo y dejan que sus hijos queden atados en esta área? Lo que tú haces en secreto será publicado desde la azotea y lo que ahora le rindes a Satanás él lo reclamará en la vida de los tuyos. Si en verdad amaras tanto a tus hijos como dices (aunque todavía no los tengas) dejarías inmediatamente la práctica del pecado. Sin importar lo que ocurra a nivel visible (una apariencia de santidad) existe una realidad invisible más poderosa (lo que realmente sucede aunque nadie sepa), con consecuencias a larga data.
- Tu libertad espiritual, mental y emocional. Quizás no notes diferencias entre una persona que vive en santidad y otra que no lo hace, pero espera que pase el tiempo y descubrirás que las advertencias de Dios son verdad. Que Dios sea tolerante hacia ti dándote una nueva oportunidad para que te arrepientas no significa que no vayas a cosechar todo el pecado que estás sembrando. Así quiere el diablo que pienses, él te dice: “no es tan malo”, “te da placer”, “es la última vez”, “Dios es amor y te perdonará” y la lista de justificaciones se vuelve interminable. Pero la Biblia dice: “Sin santidad nadie verá a Dios”, Hebreos 12:14, 2a Corintios 7:1. También dice: “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”, Apocalipsis 22:14-15.
¡Renuncia a tus falsas concepciones! Haber realizado una oración de entrega, haberle dicho a Jesús que venga a tu vida, asistir con regularidad a la iglesia, hojear de vez en cuando la Biblia y balbucear alguna oración para acallar la conciencia NO nos transforma en “hijos de Dios, aceptados por él”. La Biblia nos confronta con otros términos en relación a la santidad. 1a Corintios 6:9 dice: “¿O acaso no saben que los que hacen el mal no van a tener parte en el reino de Dios? No se engañen a ustedes mismos. En el reino de Dios no tendrán parte los que practiquen pecado sexual, ni los adoradores de ídolos, ni los que cometen adulterio, ni los hombres que se dejan usar para tener sexo con otros hombres, ni los hombres que tienen sexo con ellos. Tampoco los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los tramposos, ni los que maltratan a los demás con palabras”. Es hora de examinar nuestra fe para ver si en verdad estamos caminando con Cristo. Causas por las que no has abandonado el pecado hasta hoy 1) Decías querer cambiar, pero en lo secreto deseabas darte ‘esos gustitos’ de vez en cuando. En definitiva, no era verdad de que quisieras abandonar para siempre tu pecado y, ¡recuerda!, si tu entrega no es 100% nada sucederá. 2) Creías que una oración o un consejo serían suficientes. Esperaste que ‘alguien hiciera algo rápido y sencillo’ para no asumir tú mismo el sacrificio profundo y doloroso que conlleva el cambio. Las cosas no mejorarán porque un día, con un poco de culpa, hagas una oración con dos lágrimas y balbucees un perdón que no anhelas de todo corazón. Tampoco mejorará porque pagues por una consulta, le compres artículos costosos a tu esposa, a tus hijos o ayudes a tus padres. Si no renuncias al pecado, entonces estás renunciando a Jesús. ¡Deja de jugar con la eternidad! ¡No seas necio, necesitas vivir tu fe! De lo contrario, si amas tanto la bajeza el pecado al menos no te engañes en que eres cristiano. 1a Juan 3:8-9 dice: “El que sigue pecando es del diablo, pues el diablo siempre ha pecado, por eso el hijo de Dios vino para destruir las obras que hace el diablo. Ninguno que sea hijo de Dios continúa en el pecado, pues tiene la nueva vida que Dios le dio y por esto no puede seguir pecando”. ¡Claro que no puedes enfrentar el poder del pecado tú solo! ¡Pero recurre a Jesús de todo corazón! Arrepiéntete de tanta maldad, de tanta dureza y deja que Él trabaje en tu vida. ¿Estás seguro de que tu destino eterno es en el seno del Padre? Mira cómo vives. Si esta noche murieras, ¿cómo enfrentarías la justicia de Dios? Ya sea ahora o más adelante, por el breve tiempo que dure tu vida tienes la oportunidad de cambiar, pero no pospongas la decisión porque cada pecado cuenta. Tú y todos nosotros nos presentaremos ante el Señor Jesús para dar cuenta de todo lo que hayamos hecho en este tiempo. ¿Por qué te niegas a pensar en la eternidad cuando está establecido que todo hombre muera? Hebreos 9:27 dice: “…está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio…”. Que todo esto te anime a replantear la veracidad de tu fe y en vez de ser tibio, dejes el pecado y seas ferviente en tu comunión con el Señor. ¡Él lo ha dado todo por ti! ¿Cómo responderás a su amor eterno, puro y perfecto?