Tarea para la semana
Tarea para la semana
El bien más preciado que tenemos es nuestra relación con Dios. Y, si quieres disfrutar de un matrimonio bendecido debes estar unido a tu cónyuge.
¿Y cómo se logran estos objetivos?
Manteniendo la unidad con Dios. La unidad entre los esposos es un derivado de la comunión de cada uno de ellos con Dios. Jesús dijo: “Te pido que se mantengan unidos… para eso deberán permanecer unidos a mí…”, Juan 17:21-22 (TLA). El mejor regalo que le puedas dar a tu cónyuge es amar a Dios más de lo que lo amas a él o a ella. Cuando una pareja ama primero a Dios, el amor entre ellos aumenta cada día. ¡Un matrimonio que crece en su relación con Dios tendrá un esplendoroso, poderoso y sobrenatural futuro! A continuación 3 consejos prácticos:
- Programen una cita con Dios todos los días y nunca la suspendan. Levanten la ‘carpa del encuentro’ a primera hora, cada mañana. ¿No ha dicho el Señor: “…Me hallan los que temprano me buscan”, Proverbios 8:17? Dios no acepta otra cosa que no sea lo primero y lo mejor, aun cuando esto sea tiempo y adoración. Para David Dios era su primera ocupación: “Me levanto temprano, antes de que salga el sol; y clamo…”, Salmo 119:147 (NTV). Los grandes personajes bíblicos eligieron cuidadosamente el momento del día para orar. Job (Job 1:5), Abraham (Génesis 22:3-5), Moisés (Éxodo 33:7-9) y David (Salmo 63:1) madrugaban para encontrarse con Dios. Sin embargo, nuestro máximo ejemplo fue Jesús: “De madrugada… Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario. Allí se puso a orar”, Marcos 1:35 (BL 95). Y Lucas nos dice que esa era una práctica normal en él: “Pero él se retiraba a menudo… para entregarse a la oración”, Lucas 5:16 (CST). ¡Entréguense a la oración temprano en la mañana! Ninguna otra ocupación les traerá mayor beneficio.
Asumo personalmente el compromiso y ayudaré a mi cónyuge para que también lo haga………….
- Oren juntos. ¡Una pareja que ora en unidad permanece en unidad. Jesús aseguró: “que si dos… se ponen de acuerdo… para pedirle algo a Dios… él se lo dará”, Mateo 18:19 (TLA). Si los esposos creyeran esta promesa orarían siempre juntos. ¿Y por qué no lo hacen? ¿Les falta tiempo? De ninguna manera. Les falta fe. Son incrédulos. Orar juntos en el matrimonio es tan difícil como ayunar. ¡Cuesta lágrimas! Ninguna otra actividad en la vida es tan resistida espiritualmente, justamente por los beneficios que produce. Juntos lograrán mucho más.
A veces los esposos están de acuerdo en orar juntos, pero no saben cómo hacerlo. No han tenido un modelo para imitar y puede resultar una experiencia desafiante e incómoda. Tres consejos: a) Oren dos o tres minutos, uno detrás del otro, antes de comer. B) Oren de rodillas al pie de la cama antes de acostarse. C) Realicen caminatas de oración. Caminar con Dios es una experiencia fascinante para nosotros. ¿Y qué se hace en una caminata de oración? Se ora. Uno ora en voz alta mientras el otro lo hace en voz baja o afirma la oración dando gloria al Señor. En esas caminatas tranquilas uno suelta su corazón en gratitud, adoración e intercesión ante el Señor. Pueden citar algún versículo de las Escrituras y meditar; también cantar y alabar. Lo importante es que se concentren en el Señor. La experiencia de caminar con Dios ha cambiado en nosotros muchos momentos de incertidumbre en profunda paz y armonía. Estamos seguros que también cambiará la realidad en ustedes.
Asumo personalmente el compromiso y ayudaré a mi cónyuge para que también lo haga………….
- Practiquen la mayor cantidad de disciplinas espirituales. Congregarse, ayunar, leer las Escrituras, compartir las vigilias, orar, son distintas opciones que promoverán la unidad. Dios a veces otorga mayor bendición en una disciplina espiritual que en otra. El eunuco había ido a Jerusalén a adorar, pero Dios se reveló cuando leía la Palabra en su propio carro, de regreso a su patria, Hechos 8:27-28. Cristo se reveló a los apóstoles mientras partían el pan (Lucas 24:31) y se unió a los discípulos cuando conversaban camino a Emaús, Lucas 24:15. La esposa de Cantares buscó a su amado en casa y no lo encontró, entonces lo buscó fuera de la aldea, Cantares 3:1-4. Si nuestro Amado Señor no se deja encontrar en el lugar secreto, es hora de salir de la rutina y programar un retiro espiritual.
Asumo personalmente el compromiso y ayudaré a mi cónyuge para que también lo haga………….
Conclusión. La mejor manera que tienen para cuidar el matrimonio es cuidando la relación con Dios. ¡Cuanto más cerca de Dios estén sus integrantes, más bendecido será el matrimonio!
NOTA IMPORTANTE
Les sugerimos descargar las lecturas recomendadas. Representan una herramienta poderosa de motivación a la búsqueda de Dios y la manifestación del Espíritu Santo.
Lean con fe, ¡Dios hará la obra!