En el altar de la idolatría sexual

SEMANA 2

Cómo cambiar la realidad

DÍA 1

DÍA 2

DÍA 3

DÍA 4

DÍA 5

DÍA 6

DÍA 7

Verás en este archivo algunas ideas que hemos tratado y otras nuevas.

Intenta aplicar todos tus sentidos. ¡Que el Señor te añada discernimiento!

¿Recuerdas a Salomón? Un hombre inteligente y versado en todas las ciencias; sin embargo pide discernimiento. Dame… una mente que entienda cómo gobernar… y que sepa la diferencia entre el bien y el mal…”, 1ª Reyes 3:9, PDT.

No creas que es fácil discernir el error, máxime cuando nuestros sentidos han sido atontados por el accionar del diablo. Por ello, meditar en la Palabra de Dios te servirá para modificar actitudes y comportamientos. Permite que Dios obre. Escucha su voz. Obedece a su llamado. Presta atención a sus correcciones. Dios quiere que experimentes la auténtica liberación.

¿En verdad existe una lucha espiritual?

Claro que sí. La lucha espiritual es absolutamente real. El diablo busca destruir la ‘imago Dei’ en nuestras vidas; es decir, todo aquello que sea puro y que le recuerde el carácter santo de Dios. Con ese propósito ensucia nuestra mente y nos incita al pecado. En el caso que nos ocupa usa el impulso sexual con ese fin.

¿Qué haremos al respecto? 

No debemos negar la dimensión sexual sino unirla a la vida espiritual de manera saludable, como un regalo de Dios y con una finalidad vinculante. Dios quiere que experimentes amor genuino y disfrutes, tanto de la intimidad sexual con tu cónyuge, como de los aspectos no sexuales de la relación, sin rastros de perversidad ni puertas abiertas al infierno.

¿Por qué esta mal que un cristiano consuma pornografía?

Para todo hijo de Dios nacido de nuevo es inconcebible el consumo de pornografía sin ofender al Espíritu Santo. Claro que esto no te lo dirá el mundo y tampoco tu mente carnal que encuentra placer rápido es ese consumo. Sin embargo, la pornografía es un conjunto de imágenes que para quien las consume, en secreto las adora, las desea, las espera. Y, por supuesto que genera más placer que los encuentros de oración y adoración.

Tu pureza es tu capital espiritual; mientras que tu pecado es tu condena. “Con la autoridad del Señor digo lo siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios, porque ellos están irremediablemente confundidos. Tienen la mente llena de oscuridad; vagan lejos de la vida que Dios ofrece, porque cerraron la mente y endurecieron el corazón hacia él. Han perdido la vergüenza. Viven para los placeres sensuales y practican con gusto toda clase de impureza. Pero eso no es lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo”, Efesios 4:17-20, NTV.

“Así que saquen de su vida todo lo malo: pecados sexuales, inmoralidades, malos pensamientos, malos deseos y codicia, que es una forma de adorar ídolos… Por estas cosas viene el castigo de Dios, Colosenses 3:5 (PDT), 6 (NVI). Existe conexión entre la avaricia y los pecados de impureza. ¡Cuídate de ambas puertas a la perdición! Cualquiera te conducirá al mismo sitio, pues vienen emparentadas.

“El SEÑOR… me transportó a Jerusalén… Me llevó a la puerta… del templo, donde hay un ídolo grande… Me dijo: “¿Ves los pecados detestables que cometen los israelitas para sacarme de mi templo?”… “¿Has visto esto?”, me preguntó. ¡Pero te mostraré pecados aún más detestables!”, Ezequiel 8:1-16 (NTV).

Ezequiel fue transportado a Jerusalén en una visión y lo primero que el Señor le mostró fue un gran ídolo a la entrada del santuario. ¿Qué estatua o representación era esa? Algunos comentaristas creen que sería una imagen de Asera, la diosa cananea de la fertilidad que incitaba a la inmoralidad sexual, a la prostitución y a la exaltación de todo lo que gratifique los deseos sensuales, sin límites. El profeta luego observó mujeres adorando al dios Tamuz y en el interior del templo a veinticinco hombres influyentes rindiendo culto al dios sol. Una vez finalizado el ‘tour’, Dios le dijo: “¿Ves esto, hijo de hombre? ¿Ves cómo desprecian el templo del Señor y cómo cometen atrocidades allí?… ¡Por eso… no tendré compasión de ellos! Y aunque me imploren a gritos, no los escucharé”, Ezequiel 8:17-18 (PDT).

Como ustedes han profanado mi santo templo con sus ídolos inmundos… también yo los voy a destrozar sin misericordia; no tendré compasión de ustedes.”, Ezequiel 5:11 (DHH). El templo de Dios no puede tener ningún pacto con los ídolos y nosotros somos el templo del Dios viviente”, 2ª Corintios 6:16 (PDT).

“Dios me llevó… a la entrada del patio del templo… Me dijo: “Entra y verás las acciones tan repugnantes que allí se cometen”. En cuanto entré, pude ver toda clase de reptiles y de animales asquerosos, pintados sobre la pared. También estaban pintados todos los repugnantes ídolos de los israelitas. Pude ver también que los setenta jefes de los israelitas estaban adorando a esos ídolos… Entonces Dios me dijo: “Mira a los jefes de Israel. ¡Allí los tienes, cada uno adorando en secreto a su propio ídolo! Ellos… piensan que no los veo’”, Ezequiel 8:7-12 (TLA).

Al entrar a las recámaras secretas, Ezequiel observó qué hacían los líderes: contemplaban imágenes de sus ídolos pintados en las paredes. ¡En lo secreto y a espaldas de todo el pueblo! Ellos decían: “El Señor no nos ve”. Si decimos: “mirar imágenes en lo secreto”, ¿en qué piensas? Acertaste: ¡pornografía!

Fácil de encontrar difícil de abandonar

La pornografía es fácil de encontrar y difícil de abandonar. Empieza ‘inocentemente’. Una miradita y luego otra. Un momento de curiosidad que se convierte en fascinación. Una ocasión que se transforma en dos y luego tres. Un minuto que se hace una hora. Una distracción momentánea que se convierte en un hábito repetido por meses y años. Finalmente, se pierden las cosas más valiosas de la vida: la sensibilidad espiritual, la comunión con Dios, la cobertura que otorga la santidad, el gozo en el espíritu, la libertad en la mente y; claro, también cosas visibles que aunque las recuperes (el cónyuge, el respeto de los hijos, un empleo, la dignidad personal, etc.) el proceso siempre es largo y doloroso.

Además, las investigaciones revelan que los efectos de la pornografía sobre quienes consumen son devastadores: depresión clínica severa, sentimientos angustiantes de soledad y abandono, pérdida del empleo, quebranto económico, infidelidad matrimonial y divorcio, quiebre de las relaciones familiares, aislamiento social, etc. Sin mencionar que, en todos, se perderá la capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas, incluso de las relaciones sexuales con el cónyuge. Pero, de todas las consecuencias, las más graves son las espirituales, pues involucran tu eternidad. La Biblia dice: “Hice un pacto con mis ojos, de no mirar con codicia sexual a ninguna joven”, Job 31:1 (NTV).

“Han oído el mandamiento que dice: “No cometas adulterio”. Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer, ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. Por lo tanto, si tu ojo —incluso tu ojo bueno —te hace caer en pasiones sexuales, sácatelo y tíralo. Es preferible que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno”, Mateo 5:27-29 (NTV). “Así que, huyan de los pecados sexuales. Todo pecado que un hombre comete queda fuera de su cuerpo, pero el que comete inmoralidad sexual peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo?… Entonces, ustedes no son dueños de su cuerpo, porque Dios los ha comprado por un precio. Así que, con su cuerpo, honren a Dios”, 1ª Corintios 6:18-20 (PDT).

La pornografía es un enemigo poderoso, pero no es un enemigo invencible. Eso sí, la victoria requiere un compromiso real y profundo. La pornografía ya arruinó tu vida espiritual, tu relación con Dios y puede extenderse como ladrona de tu paz por toda la eternidad.

Recuerda que la vida cristiana es una lucha hasta el final. No te descuides: “Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre… aférrate a la vida eterna…”, 1ª Timoteo 6:11-12 (RVC).

Desafío personal

¿Qué decisiones tomarás para abandonar radicalmente el pecado de la pornografía?

Esto implica entregar todas las fuentes por las cuales consumes.

  • Tu celular con acceso a internet debe ser suplantado con otro sin ese beneficio (aunque no lo creas, todavía se consiguen esos aparatitos).
  • Tu computadora personal debe ser colocada en un sitio visible de la casa y usada a horarios en los que otros estén en ella. Si vives solo o sola deberás pedir que alguien coloque una contraseña que te impida el acceso.

Solo las medidas drásticas contribuirán a tu bienestar; mientras que tus decisiones superficiales y a medias te conducirán a un camino sin retorno. Tú no mereces perder el tiempo, tú no mereces vivir encadenado, tú no mereces quedar a merced del diablo ni poner en riesgo tu eternidad.

Aquellos pecados que no entregues voluntariamente en el tiempo presente, se transformarán en un arma letal en manos de Satanás. No minimices tus malas acciones, a menos que quieras hipotecar tu futuro y entrar en negociaciones con el mismo infierno.

Advertencia

Si decides continuar por el camino del consumo encontrarás muchísimas imágenes y, a la vez, menos placer. Mayor esclavitud y menor paz mental. Aunque estés en la iglesia o hagas el bien a quienes lo necesitan, esas acciones no anularán las consecuencias negativas del consumo ni el accionar del diablo sobre tu vida y tu futuro. 1ª Juan 3:8-9 dice: “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio…”. De tu decisión depende no solo tu vida sino de quienes te rodean, pues la puerta que abres al diablo él la aprovechará para arruinar a todos los que viven contigo.