Tomando decisiones
serias

SEMANA 2

Cómo cambiar la realidad

DÍA 1

DÍA 2

DÍA 3

DÍA 4

DÍA 5

DÍA 6

DÍA 7

¿Cómo cambiar esta realidad?

La pornografía es, para todo cristiano nacido de nuevo, una lucha espiritual en la que no podrá ganar sin empuñar las invencibles armas del Todopoderoso Dios como el ayuno, la oración, las vigilias, la contemplación, entre otras. Podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, cuán encarnizada es la lucha por la integridad sexual.

El pecado de la pornografía es sumamente grave. Claro, no es lo que te dice el diablo a través de los medios de comunicación u otros canales. Te convence de que es solo una afición en tus ratos libres, que tú tienes el control. Por otra parte ‘no tocas a nadie’, ‘solo es una miradita’. Pero si contrastas estas declaraciones engañosas con la verdad de la Palabra de Dios verás que has entrado en una trampa mortal. ¡Lucha por tu vida espiritual! ¡Lucha por tu familia y el bienestar futuro de los que amas! Mientras sigas en el camino del consumo o de las recaídas, nada bueno llegará para quedarse y, todas las bendiciones que nuestro buen Dios te seguirá dando, se irán por la puerta abierta del pecado. Presta atención y medita en los siguientes pasajes bíblicos:

La importancia de los ojos

Mateo 6:22 y 23: “El ojo es la luz del cuerpo. Si tus ojos ven bien, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si tus ojos ven mal, entonces todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Si la única luz que tienes es la oscuridad, ¡qué horrible oscuridad tendrás!”, PDT.

En la versión TLA dice:

Mateo 6:21-23: “Recuerden que la verdadera riqueza consiste en obedecerme de todo corazón. Los ojos son el reflejo de tu carácter. Así que, tu bondad o tu maldad se refleja en tu mirada”. Responde:

  1. ¿Qué órgano de tu cuerpo está relacionado a la luz?
  2. ¿Por qué crees que los ojos reflejan el carácter?
  3. ¿Qué reflejan tus ojos en relación a tu vida interior?

¿Solo es una miradita?

2ª Pedro 2:14 dice: “No pueden ver a una mujer sin desvestirla con la mirada. Ese es su pecado permanente. Hacen pecar a las personas inestables, son avaros y expertos en aprovecharse de los demás. Por eso están bajo maldición”, PDT. Responde:

  1. ¿Alguna vez reflexionaste en que podrías estar cometiendo ‘pecado permanente’ al “solo” ‘mirar?

La Biblia contrasta este aspecto con lo que dicen los medios, los amigos y la generalidad de los profesionales. Todos insisten en que ‘no tiene nada de malo’, ‘los ojos están para mirar’, ‘no podemos ser tan extremos’, ¿Acaso no percibes la lucha espiritual por tu integridad? Si tus ojos se llenan de lascivia y deseos sexuales prohibidos, ¿cómo el Espíritu Santo podrá tener comunión contigo?

Los pecados interiores no son más livianos que los visibles o exteriores. No hace falta tocar para pecar. Jesús dijo: “…el que mira con pasión sexual a una mujer, ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. Por lo tanto, si tu ojo —incluso tu ojo bueno —te hace caer en pasiones sexuales, sácatelo y tíralo. Es preferible que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno”, Mateo 5:28 y 29, NTV.

Este pasaje bíblico no es una apología a sacarse literalmente los ojos, sino a ser absolutamente radical con el pecado.

  1. ¿Has intentado vivir tu vida espiritual con el sentido de radicalidad, consciente de la presencia del Señor cercana a tu vida?

1ª Juan 2:16: Esto es lo malo del mundo: desear cosas solo por complacer nuestras malas pasiones; dejarnos atraer por lo malo que vemos y sentirnos orgullosos de las cosas que tenemos. Pero nada de eso viene del Padre, sino del mundo”, PDT.

  1. ¿Dónde está puesta tu mirada?

Hebreos 12:1 y 2: “Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe…”, NTV.

Las armas espirituales

Paso a paso, semana tras semana, te acompañaremos para que puedas voltear tu mirada del pecado que te seduce para correr hacia la presencia del Santo Dios que te colma de paz, felicidad y libertad. Leonard Ravenhill dijo: “El hombre que peca deja de orar; mientras que el hombre que ora deja de pecar”. Todos quieren encontrarse con Dios, pero no todos están dispuestos a pagar el precio. Cuando Moisés se encontraba con Dios, lo hacía dentro de una carpa portátil que levantaba con demasiada frecuencia: “Moisés tenía la costumbre de armar la carpa de reunión a cierta distancia del campamento… Dentro de la carpa de reunión, el SEÑOR hablaba con Moisés cara a cara”, Éxodo 33:7-11 (NTV).

Si quieres más de Dios tendrás que pagar un precio. No existe un cable carril para subir a los perezosos espirituales. Si quieres vivir encuentros con Dios como nunca viviste, tienes que hacer cosas que nunca hiciste.  De esto se trata el acompañamiento que estás haciendo. No se basa en técnicas para  ‘mejorar tus pasiones’, pues no se puede ‘mejorar’ al ‘viciado’ (fétido, maloliente, nauseabundo) ser interior con un poco de religión y consejos. O se provoca una transformación por el poder de Dios o no hay futuro de un mejor mañana.

  1. ¿Qué ajustes harás para orar?

Algunas sugerencias:

  • Consagra un lugar específico de tu casa para orar todos los días. Que permanezca arreglado y sea tu sitio habitual de encuentro con el Señor. Esto evitará distracciones o pérdida de tiempo.
  • Agenda un horario. No esperes tener el ‘tiempo para orar’, deberás apartarlo intencionalmente. Si tienes que programar la alarma, hazlo. Tu vida presente, tu familia y tu eternidad están en juego.
  • No suspendas ni postergues esta cita por ningún motivo. Si tienes un compromiso, pues levántate antes.

No existen atajos, pero sí verdaderos triunfos

Con toda probabilidad hayas luchado silenciosamente con tu sexualidad. Luego de mucho tiempo, quizás años de negaciones, ocultamientos, vergüenzas y las más diversas manipulaciones, finalmente has llegado aquí.

Experimentar la libertad implica despojarse de todas las formas de pensar que hasta ahora te han acompañado. Además, debes renunciar a todo lo que has empleado para ‘medicar’ tu dolor, ya sea el uso recurrente del sexo en cualquiera de sus formas o, incluso antes, en el mismo momento en que te das permiso para soñar despierto con esas fantasías que te provocan placer.

El camino que conduce a la libertad de la adicción sexual es un viaje largo, pero beneficioso; riguroso, pero efectivo. No cometas el error de evitar los ejercicios que te daremos y nunca te apresures salteándote pasos. Si eres una de esas personas dispuestas a cambiar verdaderamente, estás en el camino correcto. Para que el proceso sea efectivo deberás tomar medidas radicales. Un compromiso apático no alcanza. Toma la decisión de encontrar tu libertad sin importar cuánto te cueste.

Tu libertad afectará enormemente las futuras generaciones y éste no es un dato al pasar. Tu sanidad libera una herencia espiritual positiva sobre tus hijos y nietos. A partir de hoy, tu integridad devengará enormes bendiciones para tu futuro. Cada decisión correcta que tomes de ahora en adelante acercará a tu familia más a Dios. La buena noticia es que, si sigues por este camino, tu vida termina en victoria y el capítulo final de tu familia será cumplir con el destino que Dios tiene para ella.

Estamos felices de que estés con nosotros. Deseamos que experimentes el camino hacia la verdadera libertad y que coloques como dirección en tu GPS espiritual: ‘Santidad’.

Recuerda que tanto las lecturas como las actividades indicadas no pueden ser asumidas como un mero trámite, necesario e incómodo, para pasar rápidamente a la próxima etapa. Si no tienes la intención de vivir de manera diferente, nadie puede ayudarte, ni siquiera Dios. Pero si te comprometes, esta crisis no será tu final. Hoy, si así lo decides, puede ser tu gran comienzo; puede ser el día en que tus sueños vuelvan a cobrar vida.

El cambio puede resultar penoso, pero los resultados serán gloriosos. Aunque tu situación se vea mal, tu pronóstico es de lo más alentador. ¿Y cómo lo sabemos? Porque tu restauración viene de Dios. Serás libre. La trampa en la que estás se romperá. «Como las aves, hemos escapado de la trampa del cazador; ¡la trampa se rompió, y nosotros escapamos!», Salmo 124:7 (NVI).

Eso no significa que estemos negando tu realidad y el dolor que sientes, significa dar lugar a la fe. Los que conquistaron naciones y cambiaron las realidades culturales fueron los que se atrevieron a salir del calabozo de su depresión y angustia. ¡Atrévete! Hay un futuro brillante para aquellos osados que le arrancan a la vida lo que Dios quiere darles como premio a su fe.