Repasemos con tranquilidad

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SEMANA 2

SEMANA 2

Cómo cambiar la realidad

DÍA 1

DÍA 2

DÍA 3

DÍA 4

DÍA 5

DÍA 6

DÍA 7

Queremos reiterar algunos aspectos que, por ser sencillos y profundos, muchas veces no logran comprenderse cabalmente.

Te proponemos una transformación por el Espíritu, no una domesticación de tus instintos. Existe verdadera libertad espiritual en la pureza. Ora en este día, al menos en tres momentos diferentes para que Dios te ayude en este camino de descubrimiento.

Solo si empleas herramientas espirituales podrás vencer. ¿Por qué decimos esto? Durante años hemos realizado capacitaciones e intentamos que la mente fuera transformada, basándonos en Romanos 12:1-2: “… entreguen su cuerpo a Dios… Ésa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta”, Hoy entendemos que no se puede transformar la mente solo con información. Por ende, la lectura de un libro como único recurso no resolverá el problema, tampoco algunos consejos para superar la tentación. El quid de la cuestión está en una actitud de humillación profunda, un anhelo de experimentar la nueva vida en Cristo. Cuando eso comienza a suceder, todo lo demás que aportemos dará frutos eternos.

Toma la decisión de acudir con humildad al trono de la gracia, en los tiempos de oración, para que la misericordia de Dios se manifieste. Santiago 4:6-10 nos advierte: “Dios se opone a los orgullosos, pero brinda su ayuda a los humildes. Por eso, obedezcan a Dios. Háganle frente al diablo, y él huirá de ustedes. Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. ¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado. Pónganse tristes y lloren de dolor. Dejen de reír y pónganse a llorar, para que Dios vea su arrepentimiento. Sean humildes delante del Señor, y él los premiará”,

Enfrenta tu pasado en la presencia del Señor. Tus malas acciones tendrán consecuencias funestas si no arreglas las cuentas con el Señor. El pecado del cual no te has arrepentido, no lo has confesado, y ha sido por Dios perdonado, genera ‘cosechas de maldad’; sin importar el tiempo que haya pasado desde que ocurrieron los hechos. El mundo espiritual no tiene ‘mala memoria’. La factura impaga permanece bajo dominio del diablo, y él la sacará a relucir en el momento que menos esperas. “Cambien su manera de pensar y de vivir, vuélvanse a Dios y él les perdonará sus pecados. Así… la presencia del Señor les dará tiempos de descanso espiritual…”, Hechos 3:19 y 20, PDT.