Haz esto.

SEMANA 1

40 días para la victoria

DÍA 1

DÍA 2

DÍA 3

DÍA 4

DÍA 5

DÍA 6

DÍA 7

Tareas que deberás realizar

Primero: Compra un cuaderno.

Será tu anotador personal y te servirá con múltiples propósitos. Ahora no valoras este consejo porque no sabes el potencial que encierra, pero pronto lo verás. Más de una vez el Señor te recordará su trato tierno a través del cuaderno, te traerá a la memoria promesas que te ha dado o te desafiará a hacer un nuevo ajuste en tu vida diaria. No minimices este proceso. El diablo te dirá a cada paso que puedes seguir tus propios consejos y hacer las cosas como quieras, total el resultado será el mismo. ¡No creas a sus mentiras! No será lo mismo. Debes registrar lo que vivas, aunque nunca lo hayas hecho. Necesitarás de estaciones para meditar, orar y agradecer. Tu primer trabajo práctico consistirá en anotar las respuestas a las preguntas que se plantearán en este archivo.

A continuación, responde las siguientes preguntas:

 

  1. ¿Qué consecuencias existen en tu vida debido a los desenfrenos sexuales?
    Las consecuencias afectan todas las áreas. Eso es indiscutible. Pero algunas de esas consecuencias son imperceptibles a los ojos naturales. Por otra parte, el pecado ciega el entendimiento. En el ámbito espiritual, por medio de la puerta de la impureza, el diablo ha tomado autoridad. Tu comunión con Dios ha sido afectada. Quizás no te das cuenta. Dios sigue ‘respaldando’ tu trabajo y ministerio. Crees que todo el bien que haces compensa las ‘transgresiones episódicas en esta área. Pero no confundas misericordia y paciencia con ‘tolerancia de Dios hacia tu pecado’. Si no cambias, el mal te alcanzará y sentirás irremisiblemente la ruptura de la relación con Dios, pues su presencia no estará disponible para ti. Si te acercas a Dios, Él se acercará a ti; pero si te alejas, Él se alejará. Además de las tremendas consecuencias espirituales podrías experimentar consecuencias físicas, por una enfermedad transmisible sexualmente o como parte de la disciplina de Dios; financieras, por haber gastado cifras siderales en consumo de pornografía o porque el pecado obstruye tu prosperidad. Toda bendición que llega el diablo te la quita por la autoridad que le has dado por tu pecado. Sociales, por un matrimonio en crisis o que terminó en divorcio (o un cónyuge ofendido, separado emocionalmente a causa del consumo), problemas con familiares (por comentarios o conductas impropias), o amigos debido al comportamientos errados; legales, al haber sido arrestado por algún delito o, laborales, por haberse afectado tu productividad en el trabajo, ser despedido del empleo o, conservando tu fuente de ingresos te sientes anulado. Las ideas no fluyen y todo va de mal en peor.

  2. ¿Alguna vez dijiste: “jamás haría tal cosa” y, luego, terminaste cediendo? ¿Cuáles han sido las barreras que juraste nunca traspasar (iniciar tu vida sexual, volver a tener relaciones sexuales, estar involucrado en incesto, mostrar tus genitales (exhibicionismo). O en el caso de la mujer, vestirte con la intención clara de mostrar y provocar, etc.) y finalmente cruzaste?

  3. ¿Cuánto tiempo pasó entre esa primera afirmación categórica («nunca haría semejante cosa») y el momento en que ya no te parecía tan malo, o cediste ante ese límite?

  4. ¿Cuáles son los actos que hoy te parecen repugnantes o desdeñables y que estás convencido de que jamás los cometerás?

  5. Teniendo en cuenta que ya rompiste muchas promesas, ¿qué te hace pensar que cumplirás lo que hoy mantienes como respuesta categórica?
  1. Es cierto que esta vez puede ser diferente pero, ¿puedes estar seguro/a de eso?

  2. Miguel Ángel Fuentes dijo: “¿Se puede poner límite a la locura y la compulsión? ¿Puede decirse de antemano dónde va a frenar quien viene rodando barranca abajo?”.
  1. ¿Crees realmente que tu pecado te traerá consecuencias?
    Muchos ‘cristianos’ asumen el perdón de Dios muy livianamente, como si no hubiera costado la sangre purísima de Cristo. No entienden que ofenden al Señor con sus conductas descuidadas y que, además, le otorgan autoridad al diablo para que los atormente.

  2. ¿Entiendes el porqué de todas estas preguntas?
    Nuestra intención no es despertar culpa para quedarnos ahí, sino animarte a experimentar la verdadera paz que se manifestará en el arrepentimiento. Si nunca has sentido el peso de tus pecados y nunca has experimentado el perdón de Dios, entonces no conoces los milagros más grandes de la vida. Saldar las cuentas con el Señor trae bienestar a todo tu ser: espíritu, mente y emociones y, también se reflejará en tu cuerpo.