Infierno de
pasiones

SEMANA 5

Develando el ritual

DÍA 1

DÍA 2

DÍA 3

DÍA 4

DÍA 5

DÍA 6

DÍA 7

Detrás de las imágenes que proyecta la pornografía hay una realidad espiritual.

Satanás sabe que el sexo produce un deleite que supera otras actividades, entonces, en vez de relaciones reales y verdaderas (las que son difíciles en una sociedad narcisista) ofrece un sustituto barato para que tu cuerpo pase a su dominio.

Es interesante reconocer que un aspecto central del satanismo es la práctica sexual perversa. Al distorsionar el sexo establecido por Dios los satanistas adquieren mayor poder espiritual y suben de rango. John White dice: “La iglesia es en este momento un ejército mal equipado y con muchos heridos (en relación a los que batallan secretamente en el campo de lo sexual).

Muchos cristianos han claudicado y no están en condiciones de luchar. Creo que muchas iglesias tienen un acuerdo no escrito con los poderes de las tinieblas”. El autor dijo esto ante cuatro mil personas presentes en una conferencia de liderazgo. Más de la mitad pidió oración por sus frustrantes luchas contra los impulsos sexuales.

1ª Corintios 6:18-20 dice: “Así que, huyan de los pecados sexuales. Todo pecado que un hombre comete queda fuera de su cuerpo, pero el que comete inmoralidad sexual peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo? Ustedes han recibido al Espíritu de Dios y habita en ustedes. Entonces, ustedes no son dueños de su cuerpo, porque Dios los ha comprado por un precio. Así que, con su cuerpo, honren a Dios”, PDT.

Dios es intolerante con la idolatría y la pornografía es una forma de idolatría. La pornografía constituye un conjunto deimágenes que para quien las consume, en secreto las adora.Desea verlas ya que despierta sentimientos y emociones placenteras y, además, la excitación que produce es rápida y efectiva. Si el tiempo y las energías que dedicarías a tareas productivas como orar, descansar, leer la Biblia, jugar con tus hijos y servir a Dios se lo brindas a la pornografía, definitivamente tu pecado es la idolatría.

Detrás de los ídolos están los demonios. Pablo en 1ª Corintios 10:19 reconoce: “No estoy diciendo que los sacrificios a los ídolos tienen algún valor ni que los ídolos mismos lo tengan. No, porque esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios, y no quiero que ustedes compartan con los demonios”, PDT.

Existe una gran asociación entre idolatría y sexualidad. Siempre que aparece la adoración idolátrica, la sexualidad es una fuerte manifestación de la misma y, aunque en casa no tengamos ídolos de yeso ni estatuas o imágenes sexuales demoníacas, estamos completamente rodeados y bombardeados por las imágenes de la publicidad callejera, televisión, revistas, etc., muchas de las cuales son eróticas y sensuales. Y qué hablar de los miles de cristianos que están presos de la pornografía, imágenes que ‘adoran en secreto’, a las que le rinden culto de tiempo, dinero y hasta le consagran el propio cuerpo a su uso.

En este sentido es interesante la apreciación del apóstol Pablo:
“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, os ruego que cada uno de vosotros, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios”, Romanos 12:1 (BAD).

Cuando hacemos la voluntad de Dios utilizamos nuestro cuerpo para cumplirla. Cuando cedemos a la tentación del diablo rendimos el cuerpo a las mentiras que él nos propone. Es imposible adorar sin utilizar el cuerpo para ello. La pregunta que cabe ahora es, ¿a quién rindes adoración? Observa detenidamente cómo vives tu vida y cómo expresas tu sexualidad y sabrás a quien adoras. Involucrarse en pornografía es apoyar al infierno.

Habitualmente la batalla espiritual ocurre en la mente y comienza con mentiras que los demonios susurran: “no es tan malo, al final de cuentas eres adulto y es esperable que disfrutes del sexo”, “será la última vez para tener un placer rápido que no daña”, “todos merecen darse algún gusto… no tienes vicios, eres una persona con necesidades normales, ¿qué tiene de malo?”, “mientras nadie lo sepa qué importa…”.

La idea de Satanás es que quites tu cuerpo de la verdadera adoración a Dios y lo rindas a la adoración satánica por medio del placer, la perversión y los deseos sexuales impropios. Cuando te rindes a la idolatría de la pornografía te colocas al servicio del placer barato, mentiroso y depravado que el diablo te ofrece. Por eso, la Biblia insiste en huir de la idolatría, no en hacerle frente. Escapa por tu vida. Huye de la idolatría. Huye de la pornografía.

Proverbios 5:3 dice: “Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite; mas su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos”.

Esta frase describe como el diablo exhibe la tentación.

La miel representa la satisfacción prometida. La tentación parece irresistible porque está adornada con el engaño de que el acto del pecado causará enorme placer e increíble deleite. La verdad es diferente. El adicto no experimenta placer verdadero con su pecado. El aceite suave representa la astucia del enemigo. Él sabe cuándo estás en tus momentos más débiles; te sigue de cerca para encontrar tus vulnerabilidades. A él no le importa esperar días y aun semanas si esto significa una derrota mayor en tu vida.