Invitación a meditar

SEMANA 5

Develando el ritual

DÍA 1

DÍA 2

DÍA 3

DÍA 4

DÍA 5

DÍA 6

DÍA 7

El meollo del asunto

Primer aspecto a develar: ¿Cuál es tu ritual?

El ritual es muy importante. La mente asume que la concreción será la explosión del placer. Por ello experimenta sensaciones agradables, de manera anticipada, con las fantasías y la imaginación.

¿Qué sucede en tu mente? ¿Por qué piensas lo que piensas? ¿Cómo surgió todo esto?

Segundo aspecto a considerar: ¿A quién adoras realmente?

Cuando hacemos la voluntad de Dios utilizamos nuestro cuerpo para cumplirla. Cuando cedemos a la tentación del diablo rendimos el cuerpo a las mentiras que él nos propone. Es imposible adorar sin utilizar el cuerpo para ello. La pregunta que cabe ahora es, ¿a quién rindes adoración? Observa detenidamente cómo vives tu vida, qué pensamientos inundan tu mente y cómo expresas tu sexualidad, (ya sea en anhelos, fantasías y formas de relacionarte con quienes te rodean). Solo así sabrás a quien adoras.

Tercer aspecto: la confrontación con la Palabra.

El rey David compuso el Salmo 17, cuyo título es: “Bajo la sombra de tus alas”. ¿Quisieras permanecer al abrigo del Señor cuando el mundo demoniaco se levante? Presta atención, pues tienes hoy la posibilidad de cambiar el curso de tu historia.

Oración de David

“Oh Señor… presta oído a mi oración, porque proviene de labios sinceros…. Pusiste a prueba mis pensamientos y examinaste mi corazón durante la noche; me has escudriñado y no encontraste ningún mal. Estoy decidido a no pecar con mis palabras. He seguido tus mandatos, los cuales me impidieron ir tras la gente cruel y perversa. Mis pasos permanecieron en tu camino…Oh Dios, a ti dirijo mi oración porque sé que me responderás…Muéstrame tu amor inagotable de maravillosas maneras… protégeme de los perversos… del enemigo mortal que me rodea… oh SEÑOR… porque soy recto, te veré; cuando despierte, te veré cara a cara y quedaré satisfecho”, Salmo 17:1-7, NTV.

¿Qué cambios harás en tu vocabulario, en los hábitos que consumen tus horas y tu santidad y, de qué personas deberás alejarte porque te conducen a caminos de pecado?

Si quieres lo mejor de Dios, entrega lo mejor de tu vida.